Considerando la alianza de Inglaterra con la nueva nación con poderío militar mundial, Estados Unidos, los acontecimientos bélicos involucran directamente a estos actores, sin descartar al Estado de Israel, cuya creación fue posibilitada por Inglaterra, llevan a cabo un plan de dominio total sobre la población mundial a muy largo plazo.
Actualmente, y en especial el día de ayer, los acontecimientos en Siria muestran una nueva fase en plena ejecución para someter a la población a una intervención militar por las fuerzas aliadas al imperialismo británico. Ayer mismo, una vez que el gobierno de Siria habilitó un chequeo por parte de la ONU para esclarecer la denuncia de uso de armamento químico sobre la población, un ataque con armamento químico fue alertado y transmitido por agencias periodísticas a las partes interesadas en ese control por los encargados de este.
Esto muestra la siguiente fase ya en marcha por parte de los aliados del imperialismo británico para intervenir Siria y remover al gobierno actual allí.
Este acontecimiento contemporáneo recuerda las excusas y las tramas de los últimos años. Torres que caen al chocar aviones supuestamente secuestrados por terroristas, acusaciones e intervenciones a naciones con armamento nuclear, golpes de estado atribuidos a los ciudadanos influenciados por las potencias mediáticas, y otras cuestiones que vinculan los hechos con claros intereses exteriores donde ocurren los sucesos.
Esta idea remonta a temas tan particulares como las Islas Malvinas (îles Malouines, 1764) o Falkland Islands, las cuales su soberanía está en disputa desde 1833 al menos. Estas islas siempre representaron una locación estratégica para Inglaterra, tal como el estrecho de Gibraltar, el canal de Suez, el estrecho de Ormuz, etc., etc., por lo que siguen en suspenso las negociaciones o cualquier diálogo para intentar llegar a acuerdos entre las partes pertinentes en el asunto. No es de extrañar que el incidente que se denominó como guerra de Malvinas haya sido una excusa más para impedir la posibilidad de que la soberanía se resolviera de forma pacífica y definitiva, tal como ocurriría en Hong Kong años después, de manera que el gobierno militar de facto en Argentina estaba decidiendo en complicidad con los intereses del imperio británico.
Todo el tema lleva a la conclusión, que para nada sencilla de razonar, de que el futuro de la población está condicionado al plan de sometimiento bajo el dominio del imperialismo de manera sistemática, el cual define a la humanidad misma en todo momento de la historia moderna como esclavos funcionales a los intereses de aquellos imperios.
Esto se explica primero por el predominio de las guerras en el mundo, cuya finalidad única y principal es la de extraer los recursos del territorio sometido para su acumulación.
Por esa razón es que aún existen los imperios, a pesar de haber gobiernos en democracia, los imperios se nutren de las debilidades de esos gobiernos democráticos y arremeten contra la posibilidad del surgimiento de gobiernos con poder regional y políticas proteccionistas.
Esos gobiernos democráticos son para el imperialismo una forma útil de someter las voluntades colectivas de las poblaciones locales en pos de una futura intervención militar si se diesen las condiciones, la necesidad y la oportunidad de actuar en consecuencia.
La historia se repite, cada gran acontecimiento humano vuelve a ocurrir en distintas condiciones pero igual finalidad, la ocupación de un sistema que somete a la población en beneficio de intereses extraños a las personas. Véase entonces, tomando el recaudo logístico adecuado, que tanto el capitalismo, el imperialismo, la religión, son sistemas creados e implementados con la idea original de someter a la humanidad a un control consensuado. Somos cómplices de nuestra esclavitud funcional.
Extra:
Atilio Borón en Dossier con Walter Martínez
http://vimeo.com/33757557
