Las fuerzas armadas de nuestro país han sido influenciadas desde su creación por el mandato de los intereses británicos. La razón por la que las fuerzas armadas argentinas intervinieron en los distintos golpes de estado fue decisión expresa de Inglaterra, claramente no pública, por necesidad de revertir medidas democráticas que tomaban los gobiernos electos por el voto popular.
Los gobiernos democráticos en países en vías de desarrollo son sometidos a pruebas de lealtad con las potencias dominantes en el planeta. El mayor peso proviene de Inglaterra, siendo Estados Unidos un aliado incondicional y su mano ejecutora principal a la hora de intervenir de la manera que sea en las actividades de los Estados soberanos de nuestros queridos países (también los suyos).
Los pueblos del mundo están siendo sometidos a una presión constante que caería en la desgracia definitiva de la privatización global de los recursos del planeta. El capitalismo es simplemente el mecanismo para poseer y disponer a voluntad todo recurso existente en la faz de la tierra, para aquellos que controlen el sistema será la forma de decidir por la humanidad entera.
No es de extrañar la supremacía inglesa en materia de imperialismo, aún en vías de crecimiento, por lo que no termina de tratar los conflictos territoriales que tiene pendiente el imperio británico.
Las fuerzas armadas sirvieron por siglos a intereses globales pujantes, difícilmente comandadas por personas sensatas y propias de su tierra natal, con doctrinas anglosajonas tendientes al sometimiento de sus compatriotas civiles y ajenos a cualquier pensamiento humanitario correspondiente a la necesidad de nuestra población. Cada intervención del ejército argentino en nuestro gobierno nos perforó un poco más nuestro orgullo, nuestra alma patriota, llegando a extremos de desear ser enemigos perpetuos de cualquier integrante de las fuerzas armadas.
La necesidad de entender el plan macabro que importan desde Inglaterra es vital; desea no solo someter nuestras voluntades como pueblo argentino digno sino que busca que tomemos la decisión final de disolver a nuestras fuerzas armadas nacionales y así poder intervenir con cuanta invasión militar se les pueda ocurrir.
Es tiempo de entender cual es el destino al que están forzando a la humanidad entera. Una suerte de desenlace lógico de un mercado dominante por sobre la humanidad es lo que traman estos engendros con sus débiles mentes perversas, sin comprender que la naturaleza misma del ser humano es la supervivencia a cualquier costo, por lo que el final (si es que habrá uno determinado) será la destrucción de la raza humana por ella misma.
Es eso o aceptar que hay una salvación del ser humano en su naturaleza cooperativa. (El niño comparte el alimento con una persona aunque lo tenga en su boca comiéndolo). La inocencia no hay que perderla jamás, y jamás hay que confundirla con la ingenuidad porque eso es lo que desean para nosotros. Ser inocente en alma, compartir la vida, amar al prójimo (o al menos no desearle el mal); y sobre todo, combatir toda clase de injusticia con verdadero valor sin caer en el pecado injustificado.
Nuestras fuerzas armadas serán dignas de llamarse argentinas, solo es necesario entrenar a todo aquel que tenga verdadera vocación patriota a ser parte del pueblo argentino para defenderlo como si fuese su familia misma.-
