La “jefa” nunca fue jefe del movimiento.
-El País
(10/12/2007): “Ataviada con un vestido color crema y chaqueta de encaje, la
flamante jefa de Estado ha destacado la gestión de Kirchner y ha considerado
que en las elecciones del pasado 28 de octubre, en las que obtuvo el 45,29 por
ciento de los votos, ganaron "los proyectos". “
Siendo
Néstor Kirchner el jefe de Estado que entregó el mando presidencial en ese
entonces, quién era considerado el jefe del movimiento peronista, al que jamás
se lo indicó textualmente como “el jefe”; concretamente nunca hubiera permitido
que lo denominaran de forma explícitamente alcahuetera.
El por qué
de la denominación “la jefa” lleva esta connotación de conceptualización que se
implementó luego de la muerte de Néstor Kirchner. Una conceptualización que se
desarrolló paralelamente en medios de comunicación como en el entorno
partidario oficialista en 2013.
La
polarización del bipartidismo se desarrolló abiertamente en 2008.
-El País
(18/07/2008): “El vicepresidente del país suramericano y presidente del Senado,
Julio Cobos, votó a esa hora en contra de la subida de impuestos a la
exportación de soja que había aplicado la jefa de Estado, Cristina Fernández de
Kirchner, en marzo pasado.”
En aquella
contienda legislativa el voto decisivo recayó en el presidente del senado,
quién debía desempatar la votación, donde la respuesta estaba estipulada por el
pacto que se formulaba para evitar el error de implementación de la ley dictada
por el ministro de economía propuesto por el jefe de gabinete presidencial.
El alineamiento partidario
que disuelve el movimiento peronista.
Como
propuesta dentro del pacto para formar un bipartidismo que gobierne Argentina
por las siguientes décadas se debía disolver la noción real de revolución que
propone el movimiento peronista. El pensado bipartidismo en definitiva está
ideado para ser una sola propuesta de gobernabilidad orientada a la
administración financiera de los recursos del país. No importarían así las
propuestas electorales alternativas a las fuerzas mayoritarias, solamente
reforzarían la bipolaridad de estados de conciencia en la población argentina.
En esta contienda el peronismo es utilizado por una de las dos partes
principales para atraer electores, movilizar militantes y alinear referentes detrás
de una propuesta económica que sobrepasa la toma de decisiones políticas. El
peronismo siempre propone un proceder humano que incluya la vida, el trabajo y
la producción en comunidad. En la concepción actual del oficialismo el
peronismo es simplemente una adjetivación de una creencia de cierto modo de
vida, donde se lo utiliza de manera pragmática y conceptual, definiendo valores
individuales por sobre los comunes, dejando una percepción segregacionista de
partidismo unilateral.
El pacto generacional para
la gobernabilidad de décadas futuras.
El tratado
pacto que se formuló en 2013 entre referentes del Frente para la Victoria y
líderes del Pro condicionaría el futuro de la siguiente década, pensándolo
ampliar actualmente hasta tiempos indeterminados. El bipartidismo propuesto era
reforzado entonces con una reciente tercera posición que se definía orientada
en ese centro. La polarización comunicacional servía a manera de
adoctrinamiento para reforzar esa conceptualización de las decisiones políticas
que definían la economía futura. El poder financiero mundial logró penetrar en
los frentes electorales y llevó a aceptar que el pacto bipartidista genere un
alineamiento económico de endeudamiento estatal y devaluación de la moneda
nacional. Esta influencia monetarista llevó actualmente hasta un punto en el
que las familias en nuestro país están endeudadas en su gran mayoría por
necesidad de subsistencia alimentaria y manutención de la vivienda. Los
recursos de los que dispone Argentina están reservados por las próximas décadas
para el sistema financiero global, que intenta subsistir con su propia
metodología monetarista en un mundo que propone la inversión futura en
industrialización de las materias y la mano de obra barata, la inversión en
desarrollo de insumos para la industria y el ciclo virtuoso de productividad y
sudor del sector obrero.
La solución a todos estos
predicamentos está en la organización de la comunidad, orientando el esfuerzo
en la superación en la vida de las familias. La única propuesta que pretende el
destino superador para los habitantes del mundo está en el movimiento
peronista.