Repasando los territorios que contienen la mayor extensión de tierras fértiles para la agricultura se pueden trazar parte de los sucesos en la historia desarrollada hasta la actualidad. Originalmente se encontraba el territorio de la región ucraniana, de donde se proveía al territorio circundante. En el territorio de América del Norte, al desplegar las colonias que residían en las costas del Este, se descubrió una extensa superficie que proporcionaría rendimientos superiores a los que disponían. En América del Sur se encuentra la Pampa Húmeda, siendo una superficie con fertilidad para abastecer de alimentos hasta cien veces a la población de Argentina. En cuarto lugar estaría Angola, una región de África donde sus mesetas sirven de afluentes acuíferos para los alrededores del territorio, siendo así una región tan fértil como las otras pero aún no desarrollado en todo su potencial.
La importancia futura de la región africana está a punto de verse poner en marcha, mientras que la evolución de las regiones de los países desarrollados y en vías de desarrollo quedan estancadas. El conflicto que ocurre en los territorios euroasiáticos demuestran una clara intencionalidad respecto de la manipulación de los recursos que se disponen para ser utilizados.
Respecto a cómo se utilizarán los recursos energéticos en el futuro, claramente existe el interés de disponer de ellos en la evolución industrial que se dará en la región africana. Viendo el sistema globalizado de inversión financiera y productiva se puede establecer que actualmente no hay posibilidad de continuar el desarrollo industrial y laboral que rige en el mundo.
Cada uno de los acontecimientos que se están dando en los países africanos demuestran la clara implementación de un nuevo alineamiento que deje atrás el sistema de régimen de sometimiento que Europa tiene sobre ellos. Los intereses de los sistemas financieros y productivos de los países centrales están detrás del futuro desarrollo industrial propuesto para la región en cuestión.
Por su parte, el acompañamiento natural de un desarrollo industrial vendrá de manos de la buena alimentación de sus trabajadores, pudiendo lograr el constante crecimiento de la productividad mundial al mantener la cadena de valor del flujo constante de materias primas, insumos industriales y manufactura final. El orden mundial propuesto en esta etapa de la historia llevará a la humanidad a un equilibrio del estado de vida promedio con base al trabajo, la productividad y la inversión en desarrollo industrial.
No hay comentarios:
Los comentarios nuevos no están permitidos.